Calviño rompe el pacto: baraja conceder al PP sólo un consejero de los 10 del Banco de España
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, está obligada a renovar el Consejo de Gobierno del Banco de España, pero todo apunta a que no tiene intención de respetar la regla no escrita, que ha funcionado con alguna excepción hasta la fecha, de que el cambio sea acordado con el principal partido de la oposición, en este caso el Partido Popular. La decisión inminente que debe tomar es la sustitución de Fernando Eguidazu -nombrado a propuesta del PP-, que cesó en sus funciones el sábado 4 de febrero al cumplir el periodo de seis años establecidos para su mandato.
A partir de ahora, y hasta que se produzca la renovación, todos los miembros del consejo del banco central serán próximos al Partido Socialista -a excepción del gobernador, Pablo Hernández de Cos, que fue postulado por el anterior Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy-, y de Nuria Mas, que cumple con la llamada cuota catalana. La también ministra de Economía Calviño ya dio muestras de su escasa consideración por la tradición seguida a lo largo de los años en el Banco de España cuando sustituyó al consejero propuesto por el PP Rafael Castejón, tras expirar su mandato, y eligió como sustituto a Carlos Manera, ligado al Partido Socialista de Baleares.
El Consejo de Gobierno del banco emisor cuenta con seis consejeros, a los que hay que sumar al propio responsable de la institución -que siempre propone el Ejecutivo de turno-, al subgobernador -a instancias del segundo partido del país-, y a otras dos personas que son miembros natos de la entidad en función de su cargo: el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -actualmente Rodrigo Buenaventura-, y el director general del Tesoro -Alvaro López Barceló-, ambos cargos que ha designado la vicepresidenta Calviño. En resumen, y salvando al gobernador Hernández de Cos, todos los miembros del consejo son próximos al Partido Socialista, salvo el puesto que ocupa legendariamente la cuota catalana, en estos momentos a cargo de Nuria Mas.
La situación por la que atraviesa el órgano de administración de la institución financiera -que forma parte del Banco Central Europeo- ha provocado inquietud en el Partido Popular, que se ha puesto en contacto con el Gobierno para que respete las reglas del juego. Al parecer, y según las fuentes consultadas, Calviño está dispuesta a que el PP presente algún candidato para sustituir a Fernando Eguidazu, un hecho que no se ha producido hasta la fecha. Sería en todo caso un avance pírrico porque la vicepresidenta no tiene ninguna intención de que cuando venza el mandato de la consejera Carmen Alonso -que forma parte de los elegidos por el PSOE- el PP recupere el relativo equilibrio de fuerzas y pueda contar con los dos consejeros que le corresponderían.
El pasado 14 de noviembre, OKDIARIO publicó que el sector financiero teme que la vicepresidenta Calviño pueda romper el equilibrio político con el que siempre ha funcionado el Consejo de Gobierno del Banco de España, según el cual una parte de sus miembros se ha pactado tradicionalmente con la oposición cuando llega la hora de renovar los mandatos. Pero esto no ha ocurrido así cuando recientemente Calviño designó nuevos consejeros del banco a Carlos Manera, ligado al Partido Socialista de Baleares, y a Luis Servén, también próximo al Gobierno.
El pacto de caballeros que ha venido funcionando en relación con el banco emisor establecía tácitamente que los consejeros tuvieran un currículum objetivamente adecuado, que hubiera contactos con la oposición a fin de consensuar los nombramientos, y que de los seis que componen el Consejo de Gobierno tres fueran a sugerencia del Ejecutivo, dos a instancias de la oposición y el último procedente del ámbito del nacionalismo catalán, aunque el terremoto político que vive Cataluña desde hace años haga prácticamente irreconocible qué partido debería ser el interlocutor válido a estos efectos.
Fuentes consultadas por OKDIARIO aseguran que el aspecto clave -la calidad profesional y técnica de los consejeros- se cumple actualmente y que los dos últimos que ha nombrado Calviño, aunque próximos al Gobierno, tienen una trayectoria profesional irreprochable. Pero el hecho evidente es que los cinco consejeros actuales tras la marcha forzosa de Eguidazu, responden a sensibilidades cercanas al Ejecutivo.
Entre sus funciones, el Consejo de Gobierno del Banco de España tiene la facultad de visar y de aprobar el informe anual de la institución sobre la situación económica y financiera del país. El actual gobernador Hernández de Cos viene siendo tradicionalmente crítico con la política económica del Gobierno, al que ha pedido repetidamente un plan de consolidación fiscal creíble a medio plazo. También se ha opuesto a un aumento como el que se ha producido en las pensiones -del 8,5% para este año-, e igualmente se ha mostrado contrariado con el incremento del salario mínimo interprofesional, que según ha recogido un informe al respecto de la entidad acaba provocando desempleo.